Cuando sienta a las ideas cocinarse en mi frente, mientras alguien no cerró una manguera; el olor de los jazmines y las chicharras canten.
Cuando camine por la vereda arrancando la hoja de una libustrina.
Cuando caiga el atardecer devaluado de la ciudad, que encuentra a los adultos con malestar. Jóvenes corriendo sin mochila y sin tempestad.
Cuando pruebe una gaseosa barata de naranja.
0 Opinaron:
Publicar un comentario