miércoles, 27 de febrero de 2013

Desde otro angulo

Había dos sentados en el banco; cruzando el camino y tirados en el pasto, cinco o seis pibes con el repique, ensayando murga. Apenas unos pocos rayos de sol, alcanzaban a friltrarse entre las ramas de los arboles, uno justo daba en mi cara. Dudaba en preguntarme '¿por qué a mi?' y '¿por que no a mi?'.
Todavía no sé la razón por la cual, la mayoría los capítulos, transcurren en estos escenarios. Esté parado en el, o viendolo desde una ventanilla, alcanza para que las letras comiencen a dar vueltas en mi cabeza.