lunes, 20 de mayo de 2013

Serendipia

Fue desde aquel cruce, 

que mi mirada fijó su rumbo 
hacia esa dirección. 
Llena de luz, curiosidad; 
desconocida, con un suave resplandor. Casi me encandilaba, 
pero no pude dejar de ver.
El aire tan puro, 
que se respira cerca del mar, 
encajaba perfectamente, 
para terminar de ambientar 
mi videotape mental. 

Escenas perfectas, 
no planeadas, sin guión. 
Imágenes fotografiadas espontáneamente. 
Son las cosas que 
a mis pulmones 
vacían y vuelven a llenar.
Fue un cruce inesperado. 
No fue planeado, 
que estemos sentados 
bajo esos arboles,
en ese banco.
Tampoco la batalla al frío
con ese eterno abrazo.

Pude plantear mil escenarios 
y situaciones en mi cabeza. 
Ninguno superó a los espontáneos. 
A los que encontramos
sin buscarlos.
Mentiría si digo 
que en algunos momentos, 
no pierdo la fe. 
Pero aquella serendipia
me vuelve a levantar 
y animar los días.