viernes, 24 de mayo de 2013

Cuando me pierdo de sus vivos colores, me vuelvo a encontrar entre mis opacos grises.

Tal vez sea todo tan dramático, como lo veo. Pero decido engañar la toma de esa escena, y me colorea la imagen en blanco y negro, solo desprendiendo una sonrisa.
Pago con poco, quizás. Intento regalarle todas mis palabras. Pero ¿que regalo es? Si de alguna forma, ella las genera y mi alma solo las acomoda.