miércoles, 29 de mayo de 2013

El alma quiso y quiere ir todo el tiempo. Encontró palabras, pero no alcanzaban.

Jamás se olvida tal sensación. El cuerpo se encargó de hablar, porque decir o escribir, es insuficiente cuando se trata de hacer ese recorrido.
Arden en llamas hasta mis entrañas, de solo pensar en la llegada a ese camino. Donde recorrería de norte a sur, hasta perderme en el frenesí del viaje.
Fundiendome en las ganas y haciendo real el deseo.