jueves, 16 de mayo de 2013

Al revés

El día se dio vuelta. Quedó colgado de una soga, al revés. 

Las horas no pasaban, aunque la rutina no se detenía. Mientras que se respiraba un aire frío y espeso, algunas hojas amarillentas flotaban. Faltó calor, y encima una nube tapaba el sol.
El cielo, entre celeste, gris y blanco, seguía filtrando rayos de luz. 
Pasó un colectivo, pisando un bache salpicó el cordón y algunas gotas que alcanzaron mi mano.
Sonaban más melodías, nuevas y viejas. Cruzaba entre caras y caras sin prestar atención. Caras que tal vez pasen por acá todos los días a esta hora, o simplemente están de paso. Quizás, solo les dio la gana, como a mi. 
Pude detenerme y doblar en la esquina que quisiera (tenía tiempo de sobra), pero decidí quedarme, voltee y había un banco.
El día se descolgó, se dio vuelta otra vez.  Quise y quiero que pasen las horas. No espero el olvido en el tiempo, sigo ansiando otro encuentro.