Tomo porciones de felicidad.
Pero al final del día,
estas sombras me vuelven a buscar,
con el golpe de la realidad.
Realidad que me demuestra
que ella no está.
Pero tambien es real
que aún la siento.
Y dudo
que sea cuestión de tiempo
que vaya a cambiar.
Todo es cada vez más intenso.
Aunque otras mieles,
parecen aliviar mis gestos externos.
Sigo sintiendo el gusto
del mundo falso e incierto.
La sonrisa y sus labios,
son dulces y verdaderos.
Deje escaparlos
en algún momento
Y estas sombras
son el precio
Que debo pagar
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